lunes, 27 de junio de 2011

Introducción.

A través de la historia de la humanidad, el hombre ha utilizado diferentes formas de comunicarse, desde la comunicación con señas, hasta la comunicación a distancia por medio de dispositivos tecnológicos avanzados.
Los avances logrados en el área de telecomunicaciones han permitido que el hombre se desempeñe de una manera más eficiente, y es esta eficiencia lo que en gran medida, ha motivado a empresas nuevas que día a día exigen mayores retos a quienes lo desarrollan.
De esta forma, se ha llegado a alternativas de gran impacto a través del tiempo como son: Internet (correo electrónico), tren rápido, avión, cables de comunicación (ejemplo: fibra óptica), telefonía celular, televisión por cable, etc.
Al comenzar el tercer milenio, la humanidad está creando una red global de transmisión instantánea de información, de ideas y de juicios de valor en la ciencia, el comercio, la educación, el entretenimiento, la política, el arte, la religión, y en todos los demás campos. En esta red ya se puede ver en tiempo real, el sentir de la humanidad, pero al mismo tiempo también es posible tergiversar, manipular o frivolizar este sentir; es decir, paradójicamente, los medios de comunicación también pueden usarse para separar y aislar.
Así, el mundo de la información es, tal vez, uno de los ámbitos que ha sufrido cambios más veloces en el mundo actual. ¿Quién se hubiera imaginado hace ochenta años, por poner una cifra, que una información podría ser leída en cualquier parte del mundo simultáneamente?
En base a lo anterior, el presente trabajo pretende explicar el cómo ha ido cambiando la forma de comunicarse de la humanidad, a partir de los avances tecnológicos. Además de explicar, también pretende analizar estos cambios a partir de lo que son la comunicación, sus funciones y objetivos, así como también lo que es la información y su trascendencia dentro de la comunicación, logrando de esta forma dilucidar las consecuencias que estos cambios han producido en la comunicación y, en general, en la realidad de la humanidad del siglo XXI; un mundo inmerso en un proceso de globalización y modernidad o postmodernidad, que lo han llevado a ser lo que hoy es.

Avances Tecnológicos en el área de Informática & Computación.

El relativo reciente desarrollo de la tecnología nos ha hecho posible vivir en algunos aspectos, mejor de lo que podíamos pensar en el pasado. Desde acceder a masivas cantidades de información en Internet, a simplemente experimentar con algún juegos online con amigos, la tecnología informática continúa mejorando nuestra calidad de vida tanto a nivel laboral como personal. Sin duda es una parte importante en nuestras vidas, incluso para los que no manejan ordenadores, ya que muchos de sus datos están informatizados. Algunas de estas mejoras han sido tan sutiles, que han pasado desapercibidas y quizá no le demos la importancia que debería. Hasta hace bien poco, hacíamos las cosas de otra manera, y la informática ha cambiado algunos de nuestros hábitos.
Desde que Internet se hizo de uso público, a cambiado y mejorado de muchas maneras. No podemos poner en duda los cambios que a supuesto para nuestra vida, el acceso a otros sistemas informáticos. Internet es tan común que se ha convertido en parte de nuestra vida diaria, cambiando el método de cómo compartimos y encontramos información, estamos en contacto, solicitamos servicios, e incluso ayudamos a gente con discapacidad.
Navegar por Internet es un fenómeno global. Su influencia y expansión ha alcanzado de una manera de o de otra, a todas partes del planeta, y las posibilidades son muy extensas. Por ejemplo, un empresario o persona de recursos humanos simplemente tiene que poner un anuncio para un puesto de trabajo es la Web de la compañía para empezara recibir aplicaciones de candidatos cualificados. Por otro lado, personas que buscan trabajo pueden navegar por la Web, enviar correos, Fax, registrarse en dominios de búsqueda de trabajo, etc.
Otra ejemplo de cómo la tecnología informática ha mejorado sutilmente nuestras vidas son los correos electrónicos o emails. Solíamos escribir cartas para estar en contacto con aquellos que vivían lejos. No era extraño enviar dentro de los sobres, fotografías para compartir momentos, experiencias y personas en nuestras vidas. Este proceso significaba hacer las fotos, esperar a que se revelasen, comprar los sobres y los sellos, ir al buzón o a correos, y esperar como mínimo dos días a que llegara a su destino.
Hoy en día, podemos coger nuestra cámara digital, tomar todas las fotografías que queramos, pasarlas a nuestro PC, añadirlas como archivos adjuntos, y enviarlas en pocos segundos. No más recargos de envío, no más sellos, y no más días de retraso para que llegue a su destinatario.
La tecnología ha beneficiado también a personas con discapacidad. Sea cual sea su discapacidad, pueden rodearse de equipos que les pueden ayudar a comunicarse, informarse, trabajar, entretenerse, y hacer su vida más fácil dentro de sus dificultados. Un soporte médico es mucho fiable y seguro con un equipo de monitorización, incluso de forma remota.

Conclusión


La ciberinformación del futuro, en lugar de ser una comunidad global, podría convertirse en una vasta y fragmentada red de personas aisladas que interactúan con sus datos y no con las personas. Estamos, pues, ante un arma de doble filo de la cual ya habla el Magisterio de la Iglesia desde hace algunas décadas. Es más, cabe la reflexión en este punto, de si es posible considerar realmente ese proceso, llamado comunicación, como un proceso de intercambiar o compartir, como originalmente ha sido identificado, ya que hoy en día priman en las relaciones humanas enfocadas a satisfacer necesidades, es decir, enfocadas a fines.
En este sentido se hace necesario acudir a Habermas, para aclarar que definitivamente el problema de la modernidad no ha podido ser resuelto ya que ha sido abordado desde la razón técnica, es decir, que el hombre ha privilegiado la articulación de medios a fines para controlar el medio externo, teniendo esto como resultado el desarrollo de la técnica, a diferencia de lo que pasaría si se abordara el problema de la modernidad desde la razón práctica, la que tendría como resultado la comprensión de los sujetos, que es justamente lo que consideramos que falta en este momento de la historia de la humanidad.
Con esto planteamos que de acuerdo a la reflexión de Habermas la solución del problema de la modernidad tendría sentido a través de la razón práctica y con esto, a través de la comunicación práctica, que sería ilocutiva. En este sentido, Habermas, muy bien plantea que la posmodernidad sería el rescate de la razón y de la acción comunicativa.
Al distinguir entre pensar calculador y pensar reflexivo, claramente se puede concluir que lo que nos hace falta como “mundo moderno” es el utilizar un modo de pensar reflexivo, que es un pensar del sentido, donde el hombre antes que todo se preocupe de pensar en sí mismo. Por lo tanto se puede afirmar que lo que ocurre con la modernidad es que nos encontramos en la fuga del pensar, es decir, no estamos pensando reflexivamente. Por esto consideramos que lo que nos hace falta, es una comunicación orientada al entendimiento, a la comprensión, a la verdadera comunicación entre los sujetos; sin embargo, este único aspecto de la realidad no sería suficiente si no existiera un conocimiento técnico, más orientado al control y al dominio, por lo que concordamos con Habermas y con su idea de encontrar un equilibrio entre los intereses del conocimiento técnico y los intereses de la interacción, es decir, moverse en los dominios de lo técnico (relación con el medio) y de lo práctico (comunicativo; relación sujeto-sujeto)
Por todo lo anteriormente expuesto, podemos decir, que si bien consideramos que los medios de comunicación humana que hoy encontramos no han evolucionado de una manera favorable para las relaciones humanas directas, cálidas o naturales, pueden, no obstante lo anterior, cambiar de fin, es decir, pasar de ser meras fuentes de información a ser verdaderos nexos entre las personas, con componentes afectivos, emocionales y en general vivenciales que compartir, y así quizás, de esta manera, producir un cambio a nivel universal en cuanto a la modernidad y globalidad que vivimos y que no hemos sabido enfrentar de una manera íntegra.